Rumy nació casi por casualidad, con unos postres extras en una reunión familiar. Con el apoyo de mi familia, de mi compañero de vida y de mi papá mi guía y socio fui creciendo poco a poco. Hoy, Rumy es más que postres. Es identidad, esfuerzo, pasión y emoción. En cada creación hay un pedacito de mi historia, la de mi familia y, también la tuya.